Metadescripción: Descubre cuándo y cómo se produjo la división del Imperio Romano entre Oriente y Occidente, y por qué no existe una única fecha clara.
La pregunta “¿cuándo fue la división del Imperio Romano?” parece sencilla, pero en realidad te obliga a entrar en un laberinto de fechas, emperadores y decisiones políticas.
Si esperabas una única fecha mágica, como cuando se celebra un aniversario, aquí vas a descubrir que la división del Imperio Romano fue un proceso lento, escalonado y lleno de matices.
Para entender bien en qué momento Roma se partió en dos mundos —Occidente y Oriente— necesitas retroceder a los años finales del siglo III y seguir el rastro hasta finales del siglo IV.
Solo así podrás responder con seguridad, la próxima vez que alguien te pregunte, si la clave está en el año 285, en 395 o incluso en el simbólico 476.
Prepárate, porque lo que solemos resumir como “división del Imperio Romano” fue en realidad una transformación profunda del poder más influyente de la Antigüedad.
El problema de poner una sola fecha a la división del Imperio Romano
Cuando alguien te pregunta “¿cuándo se dividió el Imperio Romano?”, probablemente espera que respondas con una fecha corta y contundente.
Sin embargo, si tú contestas solo “en el año 395”, estarás simplificando demasiado un proceso que venía gestándose desde décadas atrás.
La administración imperial llevaba tiempo fragmentándose para poder controlar mejor un territorio descomunal y cada vez más difícil de gobernar.
Esto significa que la división no fue un corte limpio, sino más bien una fisura progresiva que se fue abriendo poco a poco en el corazón del Imperio.
Por eso, los historiadores manejan varias fechas clave, y cada una responde a un criterio diferente: político, administrativo, simbólico o incluso cultural.
El primer gran hito: la reforma de Diocleciano en el año 285
Si quieres sonar realmente bien informado, puedes empezar diciendo que un momento decisivo fue el año 285 d. C., bajo el emperador Diocleciano.
En ese año, Diocleciano decidió que un solo hombre ya no podía controlar todo el Imperio, y nombró a Maximiano como co-emperador en Occidente.
Diocleciano se quedó gobernando el sector oriental, mientras Maximiano asumía la parte occidental, marcando una primera gran bifurcación del poder.
Aunque todavía se consideraba un único Imperio Romano, la realidad era que ya funcionaba como dos esferas de autoridad bien diferenciadas.
Esta dualidad se reforzó cuando Diocleciano implantó la famosa Tetrarquía, con dos augustos y dos césares, repartidos por diferentes regiones.
La Tetrarquía pretendía garantizar la estabilidad, pero también consolidó la idea de que el Imperio podía dividirse funcionalmente sin dejar de ser romano.
Oriente y Occidente: una división funcional antes de ser definitiva
Con Diocleciano, el Imperio empezó a vivir con una doble capitalidad de hecho, aunque la unidad ideológica seguía intacta.
En Oriente, el poder se ejercía desde centros urbanos estratégicos como Nicomedia y, poco después, desde la impresionante Constantinopla.
En Occidente, Roma fue perdiendo protagonismo frente a otras ciudades como Milán o Rávena, pero seguía siendo un símbolo poderoso.
En este punto, la división era sobre todo práctica: dos emperadores, dos cortes, dos administraciones, pero un solo Imperio en el plano jurídico y religioso.
Aun así, esta realidad de doble gestión irá preparando el terreno para que, más adelante, la separación se vuelva irreversible.
El papel de Constantino y la fundación de Constantinopla
Otro momento clave para entender la futura escisión es el reinado de Constantino el Grande, en el siglo IV.
Constantino venció a sus rivales en una época convulsa y reunificó el poder, pero tomó una decisión que cambiaría para siempre el equilibrio imperial.
En el año 330, fundó oficialmente Constantinopla como nueva capital en Oriente, construida sobre la antigua Bizancio.
Esta ciudad, estratégicamente situada entre Europa y Asia, se transformó en el gran centro político, militar y religioso del sector oriental del Imperio.
La fundación de Constantinopla desplazó poco a poco el centro de gravedad hacia Oriente, dotándolo de una identidad propia y cada vez más sólida.
Aunque el Imperio seguía considerándose uno solo, ya no giraba únicamente en torno a Roma, y eso alimentó la futura separación definitiva.
395 d. C.: la división “oficial” tras la muerte de Teodosio I
La fecha que más a menudo se cita como respuesta a la pregunta “¿cuándo fue la división del Imperio Romano?” es el año 395 d. C..
Ese año murió el emperador Teodosio I, último gobernante que controló tanto el Oriente como el Occidente romano bajo su autoridad personal.
Al morir, Teodosio repartió el Imperio entre sus dos hijos: Arcadio, que gobernó el Imperio romano de Oriente, y Honorio, que gobernó el Imperio romano de Occidente.
Desde ese momento, la división entre Oriente y Occidente dejó de ser solo práctica y se volvió hereditaria y estable.
Cada parte tuvo su propio emperador, su propia corte y su propia dinámica política, sin volver a reunificarse de manera duradera.
Por eso, muchos manuales marcan 395 como el año de la división definitiva del Imperio Romano en dos mitades.
¿Siguió existiendo un “Imperio Romano” único después de 395?
Aunque en 395 se consolidó la separación entre Oriente y Occidente, aún existía la idea de un Imperio Romano unitario en el plano simbólico.
Los emperadores de Oriente y Occidente se reconocían como colegas dentro de una misma tradición imperial romana.
La religión cristiana, reforzada por las decisiones de Teodosio, unificaba espiritualmente ambos lados del Mediterráneo.
Sin embargo, las realidades económicas, militares y culturales empezaban a diferenciarse de forma cada vez más profunda.
El Oriente era más rico, más urbanizado y mejor defendible, mientras que Occidente sufría presiones constantes de pueblos germánicos y crisis internas.
En la práctica, el sueño de un Imperio cohesionado se erosionaba, aunque la palabra “romano” siguiera siendo un sello prestigioso para ambos.
476 d. C.: el colapso de Occidente y el triunfo de Oriente
Cuando se habla del “fin del Imperio Romano de Occidente”, la fecha más famosa es el año 476 d. C..
Ese año, el jefe militar Odoacro depuso al último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo, en Italia.
Después de esa caída, ya no hubo emperadores romanos en Occidente, mientras que en Oriente la línea imperial siguió viva y robusta durante siglos.
El emperador de Oriente pasó a ser visto, incluso por muchos en Occidente, como el auténtico heredero de la autoridad imperial romana.
Por eso, algunos autores vinculan la idea de “división definitiva” con este colapso occidental, que dejó a Oriente como único Imperio romano en funcionamiento.
De este modo, la fecha de 476 marca el cierre traumático de una mitad del Imperio, pero también la continuidad del llamado Imperio romano de Oriente.
El Imperio romano de Oriente: lo que hoy llamamos Imperio bizantino
Cuando piensas en la división del Imperio Romano, no puedes olvidar que la parte oriental sobrevivió casi mil años más.
El Imperio romano de Oriente, con capital en Constantinopla, continuó hasta 1453, aunque hoy solemos llamarlo Imperio bizantino.
Este cambio de nombre es en parte artificial, porque sus habitantes se seguían considerando romanos, no “bizantinos”.
Ellos mantenían leyes romanas, instituciones romanas y una cultura profundamente influida por la herencia clásica y el cristianismo.
Así, la división del Imperio Romano no fue una simple separación geográfica, sino el punto de partida de una nueva civilización heredera de Roma en Oriente.
Mientras tanto, en Occidente surgieron reinos germánicos que también se apropiaron, a su manera, del legado romano.
Entonces, ¿cuál es la mejor respuesta a “cuándo fue la división del Imperio Romano”?
Si quieres ser preciso, puedes decir que no hay una sola fecha, sino varios hitos que marcaron la progresiva división del Imperio.
El año 285 simboliza el inicio de la división administrativa con las reformas de Diocleciano y la aparición de un co-emperador en Occidente.
El año 330 señala la fundación de Constantinopla, que refuerza el peso político del Oriente.
El año 395 es la fecha más aceptada para la división formal en Imperio romano de Oriente e Imperio romano de Occidente, tras la muerte de Teodosio I.
El año 476 marca la caída del Imperio romano de Occidente, dejando solo al Oriente como heredero del título imperial romano.
La respuesta más equilibrada es que la división del Imperio Romano se suele fechar en 395, pero fue el resultado de un proceso que empezó antes y se consumó después.
Por qué la división cambió para siempre la historia de Europa
La separación entre Oriente y Occidente no fue solo un asunto burocrático, sino una auténtica reconfiguración del mapa de poder.
En Occidente, la desaparición del Imperio romano abrió el camino a los reinos germánicos y, con el tiempo, a la formación de las futuras monarquías europeas.
En Oriente, el Imperio romano de Oriente se convirtió en un baluarte cristiano que influyó en el mundo eslavo, el Mediterráneo oriental y el Islam naciente.
La Iglesia también se vio afectada por esta fractura, que contribuyó a las diferencias entre la cristiandad latina y la griega.
Cuando hoy miras el mapa de Europa y del Mediterráneo, todavía puedes rastrear las consecuencias de aquella división ocurrida hace más de quince siglos.
Comprender estas fechas no es solo un ejercicio de memoria, sino una forma de entender por qué nuestro mundo político y cultural es como es.
Tabla resumen: fechas clave de la división del Imperio Romano
| Momento clave | Año aproximado | ¿Qué ocurrió? | Relevancia para la división |
|---|---|---|---|
| Reformas de Diocleciano | 285 d. C. | Diocleciano nombra a Maximiano co-emperador y separa en la práctica Oriente y Occidente | Primera gran bifurcación administrativa del Imperio |
| Tetrarquía | Finales del siglo III | Dos augustos y dos césares gobiernan distintas regiones | Refuerza la idea de un poder imperial repartido |
| Fundación de Constantinopla | 330 d. C. | Constantino establece una nueva capital en Oriente | Oriente gana un centro político y simbólico propio |
| Muerte de Teodosio I | 395 d. C. | El Imperio se reparte definitivamente entre Arcadio (Oriente) y Honorio (Occidente) | Fecha más usada para la división formal del Imperio |
| Caída de Rómulo Augústulo | 476 d. C. | Fin del Imperio romano de Occidente | Oriente queda como único heredero del título imperial romano |
Preguntas frecuentes sobre la división del Imperio Romano
¿Cuál es la fecha más aceptada para la división del Imperio Romano?
La fecha más aceptada es el año 395 d. C., cuando el emperador Teodosio I dejó el Imperio repartido entre sus dos hijos como Oriente y Occidente.
¿Fue Diocleciano el primero en dividir el Imperio Romano?
Diocleciano no dividió el Imperio de manera definitiva, pero sí creó una estructura de poder dual y luego tetrárquica que abrió la puerta a la separación.
¿Por qué el Imperio de Oriente sobrevivió más tiempo que el de Occidente?
El Imperio de Oriente tenía una economía más sólida, ciudades más ricas, mejores defensas y una posición geográfica más favorable frente a las invasiones.
¿El Imperio bizantino se consideraba romano?
Sí, sus habitantes se llamaban a sí mismos romanos y consideraban su Estado como la continuación legítima del Imperio Romano.
¿Es correcto decir que Roma cayó en el año 476?
Es correcto si te refieres al Imperio romano de Occidente, pero el Imperio romano de Oriente continuó muchos siglos más con capital en Constantinopla.
Ahora, cuando alguien te pregunte “¿cuándo fue la división del Imperio Romano?”, ya no tendrás que quedarte en una respuesta vaga, sino que podrás explicar con seguridad que fue un proceso complejo donde el año 395 brilla, pero nunca está solo.
